Blanco y negro.

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“La fotografia trata acerca de las apariencias, nada es lo que parece” Duane Michals

jueves, 18 de abril de 2013

Realización de copias en blanco y negro: Ampliación o Copiado



La invención de cámaras con menor tamaño y la difusión del formato 35 mm., hizo necesario ampliar los negativos por medio de un proyector especial denominado ampliadora.

Una ampliadora consta, en esencia, de una fuente de luz (halógena o incandescente) provista de un sistema que distribuya la iluminación de forma uniforme, bajo el que sujeta la película por medio de una placa perforada conocida como porta negativos.
Hay ampliadoras de difusión en las que el haz de luz es distribuido uniformemente al atravesar un vidrio opal y las de condensadores, que realizan esto con un juego de lentes denominado condensador. Las de difusor necesitan una fuente más intensa y proporcionan copias con menos contraste. Las otras consiguen mayor nitidez y contraste pero resaltan mucho cualquier mota de polvo o arañazo que exista en el negativo y el ajuste del condensador tiene que estar muy bien realizado.
La imagen iluminada del negativo, es recogida por un objetivo provisto de un rail de enfoque. Todo el conjunto se encuentra sujeto a una columna, por la que puede moverse verticalmente, para ampliar el área de proyección.
Ampliadora fotográfica

INSTRUMENTOS NECESARIOS PARA AMPLIACIÓN O COPIADO EN BLANCO Y NEGRO:

RELOJ:
Su función es equivalente a la del obturador de la cámara.
Lo mejor es acoplar un reloj al mecanismo de encendido y así poder controlar automáticamente la exposición con la misma precisión con que lo hicimos en la cámara y al igual que en ésta, poder combinar la abertura del diafragma con el tiempo de exposición

MARGINADOR:
Para sujetar el papel durante la exposición de forma que quede plano se utiliza un tablero bajo la ampliadora provisto de un marco y dos regletas móviles que nos valen para ajustar el encuadre, inmovilizar el papel y definir también el grosor del margen blanco que rodeará la foto.

LUPA DE ENFOQUE:
Aunque no es imprescindible, este accesorio, provisto de una lupa y un espejo, permite observar una zona muy ampliada y enfocar viendo directamente el grano de la película.

LUZ DE SEGURIDAD:
El clásico papel fotográfico en B/N, actúa como una película ortocromática, es decir, es prácticamente insensible a las longitudes de onda desde el amarillo al rojo; gracias a ello no es necesario andar trabajando a oscuras, siempre que utilicemos una luz con la emisión adecuada
Las bombillas más utilizadas son las normales de incandescencia de 10 a 25 W, filtradas de forma que emitan luz inactínica (por lo general roja o anaranjada). Las hay en forma de farol con filtros intercambiables o simples bombillas rojas que incorporan el filtro en el cristal. El tiempo mínimo en que tarda en aparecer la mancha, es el máximo que podremos tener expuesto el papel a esa luz y a esa distancia.

CUBETAS Y PINZAS:
Gracias a la luz de seguridad, el revelado del papel no se hace como con los negativos, por el método de tiempo y temperatura, sino por observación directa. De esta manera, dentro de cubetas de tamaño adecuado, se realizan los mismos pasos de revelado, paro, fijado y lavado que hacíamos dentro del tanque, pero pudiéndolos observar.
 Lo mejor es utilizar al menos dos pinzas: una exclusiva para el revelador (pH básico) y otra para el paro y fijador (pH ácidos), para evitar manchas en el papel o una acción desfavorable en nuestras manos.

ESMALTADORA:
Algunos papeles al secarse adquieren una superficie mate y quedan ondulados. La esmaltadora que consiste en una placa metálica muy pulimentada con un sistema de calefacción, alisa la copia húmeda con un rodillo y cuando ésta se encuentra seca, se desprende sola sin arrugas y con la superficie ya brillante.

PRENSA DE CONTACTOS:
Está formada por un cristal con guías para sujetar las tiras del negativo y unas bisagras por las que se une a un tablero cubierto de fieltro o esponja negra sobre el que se sujeta una hoja de papel fotográfico. El conjunto se expone bajo una luz y se extrae y se revela la copia normalmente. Nos permite reunir en una sola hoja todos los fotogramas de un negativo para evaluar sus diferencias de densidad y contraste

EL PAPEL FOTOGRÁFICO:
La estructura básica del papel fotográfico es la misma que la de la película con la salvedad del soporte que en vez de ser transparente es intensamente blanco para mejorar la reflexión de la luz.

OBTENCIÓN DE LA COPIA
Una vez determinado el encuadre definitivo sobre la hoja de contactos, se realiza un enfoque de precisión observando la imagen proyectada sobre el tablero del marginador abriendo a tope el diafragma.
Con los datos obtenidos en la hoja de contactos (contraste y tiempo de exposición para una copia de tamaño equivalente), y de la tira de pruebas (tiempo concreto de exposición para esa copia), se elige el tipo de papel. A continuación apagamos la luz blanca y encendemos la roja de seguridad, se extrae una hoja evitando sobarla y se sujeta en el marginador con la emulsión hacia arriba (se distingue fácilmente por su brillo a la luz de seguridad y al tacto).
Una vez realizada la exposición se apunta al dorso el tiempo y diafragma empleado y se introduce rápidamente con la imagen hacia abajo en la cubeta del revelador, a los pocos segundos se le da la vuelta para observar la aparición de la imagen.
El proceso se detiene sacando la copia y pasándola a la bandeja del baño de paro que tiene la misma composición y funciones que cuando revelábamos el negativo (detener al instante el revelado y neutralizar la acción del revelador y su pH).
Al pasar la copia a esta bandeja con las pinzas del revelador, no conviene tocar este baño para no contaminar luego el revelador. El resto de los pasos se hacen con sus propias pinzas.
Del baño de paro se pasa al de fijado donde se mantiene unos minutos y de ahí al lavado final en agua corriente. (El tiempo de estancia en cada baño depende del tipo de papel).

LA COPIA FINAL
Incluso cuando se llega a una copia correcta, la imagen puede tener un excesivo contraste luminoso de la escena, que resulta imposible de recoger la copia, debido a la excesiva gama de grises necesaria y las limitaciones que impone el negativo.
En estos casos se recurre a dos técnicas muy conocidas por el fotógrafo: los tapados o apantallados y el positivado por puntos o quemado. Ambas se basan en modificar el tiempo de exposición en las zonas demasiado claras u oscuras, es decir en el Control Local de Densidad y son la base de la mayor parte de los trucajes fotográficos de mezclas de imagines.
Los Tapados o Apantallados se utilizan para reducir el tiempo de exposición en las sombras y sacar algún detalle en las zonas más claras del negativo.
Se realizan recortando siluetas en cartulina menores que la zona a tapar. La cartulina se mantiene separada del papel durante la exposición sujeta con un alambre y en continuo movimiento para difuminar sus bordes. Puede utilizarse tanto para aclarar una pequeña zona como para hacer desaparecer un cielo completo.
Los Quemados se hacen para oscurecer las zonas demasiado blancas de la copia correspondientes a partes del negativo demasiado densas (en las luces es más fácil sacar detalles). En general, se utilizan tanto para oscurecer zonas demasiado blancas y sacar en ellas detalles, como para añadir varias imágenes en zonas de otro fotograma previamente apantalladas.

Con la aparición del papel de contraste variable, las técnicas anteriores crearon también la posibilidad del Control Local de Contraste, que en la práctica resulta muy útil para equilibrar la gama de grises entre dos zonas distintas de la escena.



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