La invención de cámaras con menor tamaño y la difusión
del formato 35 mm., hizo necesario ampliar los negativos por medio de un
proyector especial denominado ampliadora.
Una ampliadora consta, en esencia, de una fuente de luz (halógena o incandescente) provista de un sistema que distribuya la iluminación de forma uniforme, bajo el que sujeta la película por medio de una placa perforada conocida como porta negativos.
Una ampliadora consta, en esencia, de una fuente de luz (halógena o incandescente) provista de un sistema que distribuya la iluminación de forma uniforme, bajo el que sujeta la película por medio de una placa perforada conocida como porta negativos.
Hay ampliadoras de difusión en las que el haz de luz
es distribuido uniformemente al atravesar un vidrio opal y las de
condensadores, que realizan esto con un juego de lentes denominado condensador.
Las de difusor necesitan una fuente más intensa y proporcionan copias con menos
contraste. Las otras consiguen mayor nitidez y contraste pero resaltan mucho
cualquier mota de polvo o arañazo que exista en el negativo y el ajuste del
condensador tiene que estar muy bien realizado.
La imagen iluminada del negativo, es recogida por un
objetivo provisto de un rail de enfoque. Todo el conjunto se encuentra sujeto a
una columna, por la que puede moverse verticalmente, para ampliar el área de
proyección.
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Ampliadora fotográfica |
INSTRUMENTOS NECESARIOS PARA AMPLIACIÓN O COPIADO EN BLANCO Y NEGRO:
RELOJ:
Su función es equivalente a la del obturador de la
cámara.
Lo mejor es acoplar un reloj al mecanismo de encendido y así poder controlar automáticamente la exposición con la misma precisión con que lo hicimos en la cámara y al igual que en ésta, poder combinar la abertura del diafragma con el tiempo de exposición
Lo mejor es acoplar un reloj al mecanismo de encendido y así poder controlar automáticamente la exposición con la misma precisión con que lo hicimos en la cámara y al igual que en ésta, poder combinar la abertura del diafragma con el tiempo de exposición
MARGINADOR:
Para sujetar el papel durante la exposición de forma que quede plano se utiliza un tablero bajo la ampliadora provisto de un marco y dos regletas móviles que nos valen para ajustar el encuadre, inmovilizar el papel y definir también el grosor del margen blanco que rodeará la foto.
Para sujetar el papel durante la exposición de forma que quede plano se utiliza un tablero bajo la ampliadora provisto de un marco y dos regletas móviles que nos valen para ajustar el encuadre, inmovilizar el papel y definir también el grosor del margen blanco que rodeará la foto.
LUPA DE
ENFOQUE:
Aunque no es imprescindible, este accesorio, provisto de una lupa y un espejo, permite observar una zona muy ampliada y enfocar viendo directamente el grano de la película.
Aunque no es imprescindible, este accesorio, provisto de una lupa y un espejo, permite observar una zona muy ampliada y enfocar viendo directamente el grano de la película.
LUZ DE
SEGURIDAD:
El clásico papel fotográfico en B/N, actúa como una
película ortocromática, es decir, es prácticamente insensible a las longitudes
de onda desde el amarillo al rojo; gracias a ello no es necesario andar
trabajando a oscuras, siempre que utilicemos una luz con la emisión adecuada
Las bombillas
más utilizadas son las normales de incandescencia de 10 a 25 W, filtradas de
forma que emitan luz inactínica (por lo general roja o anaranjada). Las hay en
forma de farol con filtros intercambiables o simples bombillas rojas que
incorporan el filtro en el cristal. El tiempo mínimo en que tarda en aparecer
la mancha, es el máximo que podremos tener expuesto el papel a esa luz y a esa
distancia.
CUBETAS Y
PINZAS:
Gracias a la luz de seguridad, el revelado del papel
no se hace como con los negativos, por el método de tiempo y temperatura, sino
por observación directa. De esta manera, dentro de cubetas de tamaño adecuado,
se realizan los mismos pasos de revelado, paro, fijado y lavado que hacíamos
dentro del tanque, pero pudiéndolos observar.
Lo mejor es utilizar al menos dos pinzas: una
exclusiva para el revelador (pH básico) y otra para el paro y fijador (pH
ácidos), para evitar manchas en el papel o una acción desfavorable en nuestras
manos.
ESMALTADORA:
Algunos papeles al secarse adquieren una superficie mate y quedan ondulados. La esmaltadora que consiste en una placa metálica muy pulimentada con un sistema de calefacción, alisa la copia húmeda con un rodillo y cuando ésta se encuentra seca, se desprende sola sin arrugas y con la superficie ya brillante.
Algunos papeles al secarse adquieren una superficie mate y quedan ondulados. La esmaltadora que consiste en una placa metálica muy pulimentada con un sistema de calefacción, alisa la copia húmeda con un rodillo y cuando ésta se encuentra seca, se desprende sola sin arrugas y con la superficie ya brillante.
PRENSA DE CONTACTOS:
Está formada
por un cristal con guías para sujetar las tiras del negativo y unas bisagras
por las que se une a un tablero cubierto de fieltro o esponja negra sobre el
que se sujeta una hoja de papel fotográfico. El conjunto se expone bajo una luz
y se extrae y se revela la copia normalmente. Nos permite reunir en una sola
hoja todos los fotogramas de un negativo para evaluar sus diferencias de
densidad y contraste
EL PAPEL FOTOGRÁFICO:
La estructura básica del papel fotográfico es la misma que la de la película con la salvedad del soporte que en vez de ser transparente es intensamente blanco para mejorar la reflexión de la luz.
La estructura básica del papel fotográfico es la misma que la de la película con la salvedad del soporte que en vez de ser transparente es intensamente blanco para mejorar la reflexión de la luz.
OBTENCIÓN DE LA COPIA
Una vez
determinado el encuadre definitivo sobre la hoja de contactos, se realiza un
enfoque de precisión observando la imagen proyectada sobre el tablero del
marginador abriendo a tope el diafragma.
Con los datos
obtenidos en la hoja de contactos (contraste y tiempo de exposición para una
copia de tamaño equivalente), y de la tira de pruebas (tiempo concreto de
exposición para esa copia), se elige el tipo de papel. A continuación apagamos
la luz blanca y encendemos la roja de seguridad, se extrae una hoja evitando
sobarla y se sujeta en el marginador con la emulsión hacia arriba (se distingue
fácilmente por su brillo a la luz de seguridad y al tacto).
Una vez
realizada la exposición se apunta al dorso el tiempo y diafragma empleado y se
introduce rápidamente con la imagen hacia abajo en la cubeta del revelador, a
los pocos segundos se le da la vuelta para observar la aparición de la imagen.
El proceso se
detiene sacando la copia y pasándola a la bandeja del baño de paro que tiene la
misma composición y funciones que cuando revelábamos el negativo (detener al
instante el revelado y neutralizar la acción del revelador y su pH).
Al pasar la copia a esta bandeja con las pinzas del revelador, no conviene tocar este baño para no contaminar luego el revelador. El resto de los pasos se hacen con sus propias pinzas.
Del baño de paro se pasa al de fijado donde se mantiene unos minutos y de ahí al lavado final en agua corriente. (El tiempo de estancia en cada baño depende del tipo de papel).
Al pasar la copia a esta bandeja con las pinzas del revelador, no conviene tocar este baño para no contaminar luego el revelador. El resto de los pasos se hacen con sus propias pinzas.
Del baño de paro se pasa al de fijado donde se mantiene unos minutos y de ahí al lavado final en agua corriente. (El tiempo de estancia en cada baño depende del tipo de papel).
LA COPIA FINAL
Incluso cuando se llega a una copia correcta, la
imagen puede tener un excesivo contraste luminoso de la escena, que resulta
imposible de recoger la copia, debido a la excesiva gama de grises necesaria y
las limitaciones que impone el negativo.
En estos casos se recurre a dos técnicas muy conocidas
por el fotógrafo: los tapados o apantallados y el positivado por puntos o
quemado. Ambas se basan en modificar el tiempo de exposición en las zonas
demasiado claras u oscuras, es decir en el Control Local de Densidad y son la
base de la mayor parte de los trucajes fotográficos de mezclas de imagines.
Los Tapados o Apantallados se utilizan para reducir el
tiempo de exposición en las sombras y sacar algún detalle en las zonas más
claras del negativo.
Se realizan recortando siluetas en cartulina menores que la zona a tapar. La cartulina se mantiene separada del papel durante la exposición sujeta con un alambre y en continuo movimiento para difuminar sus bordes. Puede utilizarse tanto para aclarar una pequeña zona como para hacer desaparecer un cielo completo.
Se realizan recortando siluetas en cartulina menores que la zona a tapar. La cartulina se mantiene separada del papel durante la exposición sujeta con un alambre y en continuo movimiento para difuminar sus bordes. Puede utilizarse tanto para aclarar una pequeña zona como para hacer desaparecer un cielo completo.
Los Quemados se hacen para oscurecer las zonas
demasiado blancas de la copia correspondientes a partes del negativo demasiado
densas (en las luces es más fácil sacar detalles). En general, se utilizan
tanto para oscurecer zonas demasiado blancas y sacar en ellas detalles, como
para añadir varias imágenes en zonas de otro fotograma previamente
apantalladas.
Con la aparición del papel de contraste variable, las técnicas anteriores crearon también la posibilidad del Control Local de Contraste, que en la práctica resulta muy útil para equilibrar la gama de grises entre dos zonas distintas de la escena.
Con la aparición del papel de contraste variable, las técnicas anteriores crearon también la posibilidad del Control Local de Contraste, que en la práctica resulta muy útil para equilibrar la gama de grises entre dos zonas distintas de la escena.
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